Rituales Profecias Mayas

La cuenta larga de los Mayas

La cuenta larga de los Mayas y los rituales y profecias Mayas

La cuenta larga de los Mayas

 El calendario maya y la cuenta larga es el más sofisticado y complejo de todos los sistemas cronológicos. La precisión de este calendario se debe a que realiza  un conteo continuo e ininterrumpido de los días a partir de un día cero como punto inicial del  ciclo. Los mayas desarrollaron un avanzado sistema numérico para su época lo cual les permitió elaborar y avanzar tanto en el estudio de los ciclos planetarios y celestes.

Los grandes ciclos eran para los mayas periodos de tiempo que marcaban el fin de una era y el nacimiento de otra. 

En el periodo clásico los mayas usaron un sistema calendario conocido como «cuenta larga», el cual registra ciclos vigesimales. Este gran sistema de cronología absoluta tiene como fecha inicial el 11 de agosto de 3,114 a. C. día en que inició el último gran periodo. Teniendo esta fecha como punto de referencia permite establecer una línea temporal absoluta e irreversible en el tiempo.

Cualquier fecha del presente, del pasado y del futuro, sin importar cuán lejana, puede ser determinada en la cuenta larga con toda precisión y puede relacionarse con cualquier otra fecha posterior o anterior.

La Cuenta Larga o Serie Inicial establece cinco categorías denominadas baktun, katun, tun, uinal y kin. Cada una con una duración distinta:

1) El kin corresponde a un día. 

2) El valor equivalente a un mes era el uinal, estaba compuesto por 20 kines o días. 

3) Sumando 18 uinales de 20 kines cada uno, los mayas obtenían un tun, que tiene una duración de 360 días. 

4) El katun equivale a 20 tunes, es decir, 7.200 kines o días (casi 20 años de nuestro calendario). 

5)   El baktun que equivale a 20 katunes, esto es, 144.000 días.

Existían otros ciclos que se integraban a la «cuenta larga». Las fases y posiciones de la Luna eran cuidadosamente registradas en tablas de lunaciones y eclipses. También para los mayas era muy importante el ciclo del planeta Venus como estrella de la mañana y estrella de la tarde, así como a los movimientos de Marte y Júpiter. 

Así, un día cualquiera en el calendario maya clásico pertenecía a 9 ciclos diferentes y éstos determinaban sus características y posiblemente su destino. Los ciclos construían  una combinación demasiado compleja. Un sabio sacerdote o un rey con gran conocimiento sabían usar toda esta información para encontrar el día más propicio para cada acción; una coronación, una guerra, un ritual, una alianza o un cambio para el pueblo.

Los mayas no se limitaban a un solo tipo de calendario, sino que usaban diferentes tipos de estos anidados entre sí, que daban como resultado extensos periodos de tiempo, que tenían como fin cerrar un ciclo. A diferencia de nuestra perspectiva del tiempo, para los mayas era una especie de gran rueda que debía cumplir un ciclo para volver a empezar y durante cada ciclo ocurrían distintos eventos que estaban predestinados y que debían cumplirse nuevamente. 

Seguramente una de las mayores innovaciones del pueblo maya era que usaban numeración “de lugar o posicional” y el desarrollo del concepto del cero específicamente para un uso en su ciclo de cuenta larga. Inicialmente los historiadores determinaron que el primer uso del cero había ocurrido entre la India y medio oriente alrededor del año 500 de la era cristiana. Estudiosos apuntan que el cero ya se utilizaba en Mesoamérica desde el año 36 antes de Cristo, Esto colocaría la utilización de este concepto en Mesoamérica más de cinco siglos antes de lo inicialmente establecido en oriente.

La cuenta larga del calendario maya marca como un gran reloj  el paso de la tierra por cinco Soles, el quinto Sol inicio el día 11 de agosto de 3114 a.C. y culminará el 21 de diciembre de 2012. 

El eje de la tierra traza una trayectoria circular  en el cielo cambiando la posición de los equinoccios y de los polos celestes cada 25.920 años, debido a la inclinación de la tierra sobre sí misma sumado a la fuerza gravitatoria de la Luna y del Sol hace que el eje de nuestro planeta oscile 1 grado cada 71 años. Esta oscilación se le conoce como precesión, esto permite que el día 21 de diciembre de 2012 haya un cruce o coincidencia.  (es precipitado usar el termino de alineación teniendo en cuenta las distancias y proporciones en cálculos astronómicos). 

El 21 de diciembre de 2012 (desde nuestra visión en la tierra) estará nuestro sol en el  punto más interno de la grieta oscura de la galaxia, el ecuador (el plano central) de nuestro sol por primera vez en más de veinticinco mil ochocientos años coincidirá con el ecuador de nuestra galaxia; dando inicio a una nueva serie larga en el calendario maya.

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